La revolución de la información: Big Data

Este post bien podría llamarse “Cómo no morir ahogado en información”. Es que cada dos años, la cantidad de información en el mundo se duplica. Y no es sólo la cantidad. Cada vez es posible tener acceso a un volumen mayor de información.

Las nuevas tecnologías han conseguido que con un simple clic, sea posible obtener el perfil completo de una persona: edad, lugar de nacimiento, email, teléfono, gustos, amigos, relaciones, y mucho más. Antes, para conseguir esa cantidad de inputs era necesario motivar a esa persona a rellenar un formulario, y le daba además la posibilidad de mentir. Las redes sociales, tienden a la transparencia. De hecho, hay quienes dicen que en algunos años no será posible mentir. Las nuevas formas de integración y de login, utilizando perfiles existentes de redes sociales, permiten que una marca pueda captar toda esa información, en segundos. Tampoco es para alarmarse. Existen políticas de privacidad y un esfuerzo de estas redes por evitar el uso incorrecto de esta información, aunque siempre debe existir un poco de sentido común a la hora de decidir qué publicar en nuestras redes.

El punto es que hay mucha información disponible, el desafío está ahora en manipularla. Como cliente, más de una vez me he sentido “frustrado” cuando una empresa me pide más de una vez la misma información, o me pide información que luego percibo que no es utilizada para nada. Los usuarios quieren una atención más personalizada, y en gran escala esto es difícil, pero la implementación de una estrategia de Big Data puede permitir que esta gestión no sea una tarea imposible.

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Big Data (en inglés: grandes datos) es en el sector de tecnologías de la información y la comunicación una referencia a los sistemas que manipulan grandes conjuntos de datos. Las dificultades más habituales en estos casos se centran en la captura, el almacenado, búsqueda, compartición, análisis, y visualización.

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Ante esta realidad se me ocurren algunos puntos a tener en cuenta:

  1. Integrar los diferentes canales de relacionamento con los usuarios: correo postal, email, registro de llamadas, redes sociales, tracking de navegación en la web de la marca, etc.
  2. Utilizar formas inteligentes de capturar nuevas informaciones: concursos, trivias…
  3. Atención a los detalles. Los detalles son algo que me obsesiona, estoy convencido de que son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia. Ver el Principio de Pareto: el 20% de los factores origina el 80% de las consecuencias.
  4. Utilizar la información: cruzar, profundizar, y dar feedback. Cada día hay nuevas formas de hacer esto, lo importante es hacerlo y continuar pensando nuevas formas de hacerlo. Es importante segmentar el tipo de envolvimiento que cada usuario quiere con la marca, para optimizar esa relación. Algunos más, otros menos, pero la misma cantidad para todos no es la política más eficiente.

La clave es pasar del dato inerte al significado. No es suficiente captar todos esos inputs sin una técnica eficiente para gestionarla. El Big Data plantea también nuevas oportunidades en varios campos diferentes: en política, economía, salud, etc. Cualquier análisis de tendencia a gran escala o incluso para la gestión de grandes comunidades, presenta una oportunidad de “personalizar” cuando es humanamente imposible hacerlo.

Un ejemplo de cómo manipular grandes cantidades de información es una herramienta creada por Google para promocionar su servicio de Cloud Computing: en 23.6 segundos, analizó 20 GB de información para detectar que la palabra “Benjamin” aparece 33.272 veces en Wikipedia.

Por último, un video de TED-Ed que explica este fenómeno:

Disfruto trabajando en comunicación, principalmente en la online. Para llegar a esto he pasado antes por economía y administración; distintos ángulos para ver la realidad. Intento aprovechar las oportunidades de cada día para hacer cosas grandes! @benjaminpv

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